Un día después del miércoles de ceniza, ¿a quién
diriges tu corazón? La conversión no es sólo un cambio exterior, si no una
transformación desde el interior. Desde nuestra capacidad de decisión, tenemos
que ser libres de escoger amar a Dios, escuchándole, sin resistirnos a su amor.
Nuestro corazón se resiste cuando no queremos ver
su gracia, cuando no somos capaces de ver la obra de Dios en el día a día. Cuando
en medio de la tempestad, seguimos ciegos y distantes, sin buscar acercarnos a
Él.
Tenemos la libertad de escoger seguirle. Una
conversión no es solamente cambiar el
comportamiento; una conversión que no es sólo buscarse a sí mismo, sino seguir
a Jesucristo. Esta es la auténtica conversión del corazón.
El silencio es necesario para conocer, desde la
intimidad, hacia quién estamos orientando nuestra vida. Deberíamos entrar en
nuestra alma y ver qué estamos ganando o qué estamos perdiendo, a qué nos
estamos resistiendo y a quién nos estamos adhiriendo.
Es importante recordar el mensaje durante el
miércoles de ceniza: “Conviértete y cree en el Evangelio”. ¿Eres de los que se
resisten o estás dispuesto a convertirte?
Basado en el texto del Padre Cipriano Sánchez, publicado en la meditación diaria del portal catholic.net.
La convensión....muy buena reflexión...el corazón es el impulso que cambia lo externo y lo interno de nuestro propio ser por eso es importante trabajar desde ahí..
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